EDH: PANAHARMINATOU

Si no hago un título cutre para el artículo no me quedo contento, ya lo sabéis. Bueno, el caso: desde que salió Aminatou estuve comentando que era una comandante sin una dirección clara, por lo que no me gustaba demasiado. Como mucho, podría encajar en un deck con Brago, King Eternal en las 99, y de esta forma se aprovecha el color negro que ofrece. Pues mi colega Teferi, al que no sé si seguís en Twitter pero lleva también la cuenta BestEDHCards, se propuso crear ese deck, y en este artículo vamos a ver un buen ejemplo de qué se puede hacer con un comandante sin una dirección demasiado clara.

Lo primero es lo primero, nuestra comandante tiene una utilidad limitada, pero la tiene. Aunque en principio podamos jugarla cuanto antes solo para ir aprovechando su [-1] en las criaturas con pequeños ETBs que llevamos, en realidad querremos disponer de ella cuando tengamos en mesa un Panharmonicon y un Felidar Guardian, por ejemplo. Aunque sin el Panharmonicon tengamos un combo de blinks infinitos, aprovechable si tenemos en mesa un Altar of the Brood, con este artefacto no solo duplicamos la efectividad del 90% de nuestro deck, sino que nos permite un loop de robo, descarte, removal o vaciado de mesa (Venser, Shaper Savant es una carta interesante) infinito. Y una vez llegamos a ese punto, es complicado perder.

¿Es este un deck full combo? No, o al menos no hasta el final. El esqueleto principal del deck consiste en hacerse con un motor de blinkeo (Aminatou o Brago, principalmente, aunque preferimos dejar a la niña cuando vayamos a combar), y empezar a robar como desgraciados todas las veces que sean necesarias. Para eso llevamos todo el equipo de Wall of Omens, Baleful Strix, Merchant of Secrets, Skyscanner… Y lo acompañamos de cartas que nos dan un «robo» más específico como Recruiter of the Guard (¡hola, Brago!), Spellseeker, Militia Bugler o Archaeomancer. Y yo no dejaría pasar la oportunidad de estampar un Demonio marcado con runas en uno de mis decks, pero eso ya es una frikada mía.

También llevamos cartas que hagan guarradas diversas al entrar: Ravenous Chupacabra, Gonti, Lord of Luxury, Vedalken Plotter (te cambio la tierra, Aminatou, me devuelves mi tierra es una jugada divertida si odias a tus amigos), cartas nos ayuden a recuperar a camaradas caídos (Phyrexian Delver y Karmic Guide), y Cloud of Faeries y Peregrine Drake pueden dar un boost de maná que nos ayude a encontrar el combo cuanto antes. Aquí toca mención especial a los Thalia’s Lancers, que nos buscan las únicas tres criaturas legendarias que llevamos (Brago, Venser y Gonti), pero también tierras legendarias si necesitamos rampear (es el caso del Trinket Mage, que más allá de una Mana Crypt o un Sol Ring puede encontrar tierras artefacto) o incluso Planeswalkers si decidimos incluir Jace, The Mind Sculptor o Teferi, Hero of Dominaria (Oath of Teferi es una carta redonda en este deck).

Hablando de Planeswalkers, posiblemente también querramos llevar a Tezzeret the Seeker, es decir, una segunda copia del Panharmonicon pero que cuesta 3UU. Este cacharro es muy importante para nosotros, y posiblemente destinemos a él buena parte de nuestros Demonic Tutor, además de cartas como el Enlightened Tutor, o incluso las transmutaciones de cartas como Dimir House Guard o Clutch of the Undercity. Y una vez nuestro intenso motor de robo/tutoreo nos haya dado piezas de combo, jugamos a Amonaou, la protegemos con los mil chumpbloequadores que tenemos, y a blinkear.

El resto del deck son cartas de apoyo: robo, removal, rampeo… nada demasiado sorprendete. Tenéis aquí la decklist que, como digo, se ha currado Teferi, así que para más información, nos contactáis a alguno en Twitter, o podéis hablar conmigo en mi correo o en los comentarios del blog. ¡Un saludo!

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